La pobreza puede a la pobreza
Haití es un prueba más de que la pobreza puede a la probeza.Desorganización, falta de medios, árboles caídos sobre hojalatas. Dañan más que árboles sobre ventanas PVC. Llevamos años enviando mantas, medicinas que nos sobran, algunas caducadas, aparatos que carecen de garantía y así numerosas ayudas que son pruba de buena voluntad o de justificación de la mala conciencia. Pero eso no vale para que esas personas salgan de su pobreza. Hoy es el día que les falta la mínima administración, la mínima atención sanitaria.
Apúntese a lo que quiera: a la buena voluntad o a la mala conciencia por los gastos inútiles y la falta de cooperación real. Tal vez a las dos intenciones. Esto es lo que permite seguir siglo tras siglo la injusticia.
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